Nuestro amigo Javier Bienzobas Lázaro del Grupo de Montaña Saioa, nos cuenta como el pasado 29 de diciembre de 2013 subieron al Pico de San Miguel, en el Parque Natural del Moncayo.
"El Moncayo nos recibe despejado, soleado, frío y seco,
cumpliéndose a rajatabla la previsión meteorológica. Faltan muchos habituales,
pero vamos más que nunca, se nos han sumado un grupo de bicicleteros de
Corella, nuestros hermanos de Antsoain y un grupo de Erro con muchas ganas. En
total más de 40, como es previsible es difícil que no haya pequeñas
dificultades con el ajuste de los crampones, con la decisión de la ruta o rutas
a seguir para el nivel técnico y gusto de todos los participantes, y con la
velocidad de marcha para mantener lo más unido al grupo hasta la cima. Y la
verdad que a pesar de todo, salió bastante bien, aunque fue imposible al menos
dividirnos en varios grupos, no sé en cuantos, yo iba con el primero, los
bicicleteros, que estos de pulmones andan bien.
El día 24 estuve viendo el estado del Moncayo y ya vimos que la
nieve estaba muy muy transformada (dura y hielo). Esperábamos que el paso de la
borrasca de estos días hubiera dejado algunos centímetros de nieve que
facilitaran la ascensión para los más noveles, pero no fue así, si cayo algo se
la llevó el viento, como las palabras.

Empezamos a subir todo el grupo unido. La nieve está
excepcionalmente dura y conforme ascendemos aparecen buenas placas de hielo. No
es un día ideal para noveles. La senda prácticamente no existe, a veces es
nuestra propia huella y otras en una rampa facilona en cuanto a inclinación,
pero para no caerse los que no tienen ni idea de lo que es la autodetención.
Poco a poco la cuesta arriba va haciendo que formemos grupos, y no es que
los primeros vayamos muy rápidos, pero se unen pequeños problemas con los
crampones, viento frío al acercarnos al circo de San Gaudioso y, a pesar del
sol, un ambiente invernal que nos presentaba hoy el Moncayo.

Llegamos a la loma cimera, viento como siempre, esta vez aguantable. Nos abrigamos un poco más y tranquilamente caminamos hacia la cumbre. Mi cámara se la he dejado al Pirata que se ha quedado ayudando a grupos más retrasados. Nos hacemos fotos con los móviles. Tomamos bocatas de jamón, chorizo, queso y bebemos de la bota de vino. Que más quisiéramos, dos barritas, el más agraciado un plátano, el Sobejano malo un termo de cola cao que llevaba y poco más. Esperamos mucho, nos quedamos fríos pero no viene nadie más. Cuando me devuelven la cámara veo muchas fotos de otros grupos en la cumbre, y lo que me fastidia es que las nuestras con el móvil y con niebla.

Decidimos bajar. Esta vez por la loma Oeste del Pozo de San Miguel. Rampa ancha disfrutona, también bastante helada, parece hasta más tiesa, aburrida y larga para subirla. Poco a poco con el mareillo de algún componente, algunas fotos, unos que quieren bajar por el gendarme, prueban y dan marcha atrás viendo la situación. Por fin llegamos al pequeño arbolado que lo une con el fondo del Cucharón, lo cruzamos, llegamos al final del bosque, metemos el piolet en la mochila y por los atajos en 15 min. estamos en el Santuario, coincidimos con unos que llevan casco, son de Calahorra y vienen de hacer el Corredor de los Corellanos, algo de alpinismo en el Moncayo. Diez minutos más y llegamos por la pista helada hasta el coche. Para algunos es su primera al Moncayo, para otros, estos simples instantes cotidianos a veces nos hacen mucha ilusión."
Javier
Bienzobas Lázaro
GM
Saioa
Todo
allí es grande. La soledad, con sus mil rumores desconocidos, vive en
aquellos
lugares y embriaga el espíritu en su inefable melancolía...
G.A. Bécquer
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